Diamela Eltit, Artist

Zona de dolor II (Zone of pain II) , 1981

In the video performance Zona de dolor II, Diamela Eltit kisses a schizophrenic homeless man who walked on crutches, an individual culturally, socially, and physically displaced from the rules society sets for a legitimate and desirable citizen. Eltit was interested in how such homeless and unsheltered lives wander freely, slipping away from the production system, their private acts turning into spectacle. The work offers a closer look at the other side of the neoliberal success that her native country, Chile, upholds. The most widely known image from the video is the still shot of the moment when they are about to kiss—a romantic image, it might appear, but the video reveals something else. It shows the artist and the man walking and conversing, posing for the camera, but when their lips touch, the terms of the pact—it would appear—change. The man sticks his tongue into the artist's mouth to prolong contact. Eltit moves outside the frame. He smiles, satisfied at having taken more than he was offered. The romantic kiss is exposed as socially confrontational and violent. In such works Eltit explored marginal worlds, distancing herself from her social class and from acceptable relations and attempting to move closer to the other from her place as a white woman. Yet her condescending avant-garde gesture falls short in its attempt to reconcile bodies.

En Zona de dolor II, Diamela Eltit besa un vagabundo esquizofrénico que camina con muletas. Un hombre cultural, social y físicamente desplazado de lo que la sociedad regula en el rubro del ciudadano legítimo y deseable. A Diamela le interesa el deambular libre de esas vidas sin techo, sin hogar, que eluden el sistema de producción y cuyos actos privados se convierten en espectáculo. Se trata de aproximarse a la otra cara del éxito neoliberal que promueve Chile durante la dictadura. La imagen más conocida de este vídeo es la foto fija del momento en el que los labios de Eltit y el pordiosero casi se tocan. Una imagen, en cierto sentido, romántica. Pero el vídeo revela otra cosa. Los muestra caminando y conversando, posando frente a la cámara, y en el momento en el que se produce el beso, lo pactado, aparentemente, cambia. Cuando los labios se tocan el mendigo introduce su lengua y busca prolongar el contacto. Diamela se aparta del encuadre de la toma. Él sonríe con la satisfacción de haber tomado más de lo que se le ofrecía. El beso romántico se revela socialmente confrontativo y violento. Eltit explora mundos marginales desmarcándose de su clase social y de los afectos legítimos. Desde su condición de mujer blanca busca acercarse a ese otro distante. El gesto vanguardista condescendiente fracasa en un acercamiento inconciliable de los cuerpos.