Grupo de familia, Reconstrucción del mito (Family group, reconstruction of the myth), by Graciela Gutiérrez Marx, 1980

Graciela Gutiérrez Marx, Artist
Grupo de familia, Reconstrucción del mito (Family group, reconstruction of the myth) , 1980

Medium
Postcards with intervention, mixed media
Dimensions
92 1/2 × 63 in. (235 × 160 cm)
Credit Line
Archivo Lafuente

During the Argentine dictatorship (1976–83), ambiguous practices that might go unnoticed by the watchful eye of the censor were the only viable means to convey a powerful critique. It was through mail art that Graciela Gutiérrez Marx was able to unleash that potential. In 1980 she sent postcards with the words "Family Group, Reconstruction of the Myth" to artists around the world. The idea was to reflect on the institution of the family on the occasion of the seventy-fifth birthday of her mother (Blanca), called Mamablanca in this project. Mamablanca represented the anonymous being on which all society is built but also alluded to the Madres de Plaza de Mayo, an organization of women whose children disappeared under the dictatorship, identified by their white handkerchief banners. The action turned into a collective meditation on the individual, family, and community in the context of a patriarchal society in the grip of a dictatorship in which the place of each was assigned in no uncertain terms.

Durante los años de la dictadura en la Argentina (1976-1983) sólo las prácticas elusivas, las que podían pasar desapercibidas para el ojo vigilante de la censura, encontraban la forma de proyectarse en toda su potencia crítica. Graciela Gutiérrez Marx descubre esta posibilidad en el formato del arte-correo. En 1980, envía postales a artistas de todo el mundo con la consigna "Grupo de familia. Reconstrucción del mito". La propuesta consiste en reflexionar sobre la institución familiar a raíz del 75 cumpleaños de su madre (Blanca), apodada para la ocasión Mamablanca, que por un lado representa al ser anónimo sobre el que se construye toda sociedad, pero por otro, hace alusión a las Madres de Plaza de Mayo, organización de mujeres cuyos hijos desaparecieron durante la dictadura, identificadas por el pañuelo blanco que utilizan como estandarte. La acción devino en una meditación colectiva sobre el individuo, la familia y la comunidad, en un contexto que definía de manera taxativa los lugares asignados a cada uno de estos agentes acorde a la vigilancia del Estado dictatorial y patriarcal.